
Puedo enumerar muchas más, pero la más peligrosa fue, en una que junto a la dieta hipocalórica me recetaron unas pastillas “para controlar la ansiedad”. (Quiero aclarar, que los dietistas-nutricionistas, no podemos recetar ninguna medicación, esto es tarea de los médicos, pero yo que sabía, si esa señora me atendió con la bata blanca puesta).
Pues bien, hice una reacción extrapiramidal y uno de los síntomas que presenté fue que el cuello se me giró como a “la niña del exorcista”. El médico que me trató me dijo que estas pastillas contenían anfetaminas.
No denuncié, eran otros tiempos, simplemente decidí no volver a ir. Error, estas prácticas hay que DENUNCIARLAS.
Pero yo seguía teniendo problemas de peso, ganaba kilos, los perdía y vuelta a empezar…todo ello acompañado de muchas frustraciones, como podréis imaginar.
Pasaron los años y fui empeorando de salud, tenía problemas digestivos, me dolían las articulaciones y diversas intolerancias alimentarias.
Comencé a trabajar en una empresa familiar en Viladecans que gestiona comedores escolares “El Menú del Petit, s.l.l. Y decidí estudiar la carrera de Nutrición humana y dietética en la Universidad de Blanquerna, Ramón Llull siendo una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.


A partir de aquí, solo puedo decir que he ido poco a poco, ganando en salud. Atrás se quedaron los problemas gastrointestinales, ya no me duelen las articulaciones, he ido bajando de peso progresivamente poquito a poquito y no puedo decir que tengo el cuerpo ideal, porque no es verdad, me sigue sobrando peso y sufro de lipedema en las piernas, pero esto, ya no es, motivo de frustración para mí. Por fin, comprendí, que hay que aceptarse como una es, buscar siempre tu peso saludable y ser feliz.
Que si te venden, perder peso rápido, huye, que si te ofrecen comprar potingues para comer, sal corriendo; QUE LOS MILAGROS NO EXISTEN!! que no te engañen, como me engañaron a mí.
Ahora tenemos más información, sabemos que existe la profesión de Dietista-Nutricionista, pide la titulación, el seguro, el número de colegiado, no tendremos ningún problema por enseñártelo.
Que no te tienes que desanimar, que no tienes que subirte a la báscula cada día, que no tienes que tener un peso “guay”, como tu amiga, hermana o prima que está delgadísima comiendo más que tú, porque eso lo único que te aporta son frustraciones.
Y si me crees con la experiencia adecuada, para ayudarte, pídeme una consulta y te ayudaré encantada.
No hay más secreto que establecer unos hábitos saludables y olvidarte de las dietas. Porque hacer dieta…engorda.